El Azúcar Oculto, La Gran Pandemia Del Siglo XXI
¿Sabías qué, de media, un español consume 111,2 gr de azúcar diarios?. Esa cantidad cuadruplica lo que la OMS (Organización mundial de la salud) considera una cantidad aceptable (25 gr por día). Esta cifra no es desorbitada si consultamos las etiquetas de los productos que consumimos donde hay mucho más azúcar oculto del que nos pensamos.
Aunque deberíamos limitar al máximo los azucares libres, cada día encontramos más productos con azúcar añadido.
Normalmente, cuando decidimos eliminar de nuestra vida el azúcar lo primero que eliminamos son los productos que consideramos mas perjudiciales como puede ser el chocolate, la bollería, o los zumos.
No todo el azúcar está oculto en la bollería industrial y productos ultra procesados
Tal y como afirma Paula Crespo, presidenta del Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunidad Valenciana ”El azúcar que podemos añadir al café o al té no son nada en comparación con los azúcares que se encuentran en los alimentos con etiquetas y que pasan desapercibidos por los propios consumidores”
Cada vez es más habitual encontrarse en el supermercado con productos que, normalmente, consumimos y no pensamos que puedan contener azúcar añadido, como puede ser el tomate en conserva o el pan de molde. Por eso es tan importante saber interpretar de forma adecuada el etiquetado de los productos y poder así optar por alimentos más saludables.
¿Cómo identificar de forma sencilla el azúcar oculto en las etiquetas?
Sabemos que el consumo máximo de azúcares libres debería ser 25 gr diarios, lo que equivale a 5 cucharadas pequeñas.
En las etiquetas de los productos no siempre encontraremos entre los ingredientes la palabra «azúcar», muchas veces encontraremos nombres como: glucosa, almidón, jarabe de…, sacarosa, fructosa etc por lo que aunque pensemos que no, consumimos este llamado «azúcar oculto» más veces de las que pensamos.
Una forma sencilla de indentificar rápidamente el azúcar es buscar entre los ingredientes los acabados en -osa: maltosa, dextrosa, sacarosa…
¿Qué produce el azúcar en nuestro cerebro?
El azúcar debido a sus efectos sobre la insulina, provoca extrañas reacciones en nuestro cerebro, cuando consumimos un alimento dulce se activan señales de placer y recompensa que están asociadas a la liberación de dopamina.
En cambio, cuando decidimos dejar de consumir azúcar, aparecen síntomas como cansancio, mal humor, irritabilidad… ¿A qué se debe esto?
“Los mecanismos cerebrales que implican los picos de glucemia son los mismos que se dan con las drogas, ya que nuestro cuerpo nos recompensa generando más dopamina y serotonina, hormonas que se relacionan con una sensación de bienestar y placer. Por eso existe cierta abstinencia cuando se dejan de comer”, señala Marisa Burgos, dietista-nutricionista en Alimmenta.
Ya habló de ello Sacha Harland, un holandés de 22 años, que realizó un experimento en el que debía pasar un mes sin consumir azúcar o productos con azúcar añadido.
Después de completar la primera semana del experimento, relató que se sintió exhausto y que incluso llegó a sentir una especie de síndrome de abstinencia.
Todos esos síntomas los corrobora un estudio publicado en la revista Journal of Nutrition, en el que se le daba a ratas libre acceso al azúcar, se observaron síntomas de tolerancia, deseo y abstinencia de manera comparable a los efectos producidos por el abuso de las drogas.
El estrés, otro factor determinante
El estrés también es un factor a tener en cuenta, cuando alguien utiliza el término “estoy estresado” generalmente, se refiere a un estado negativo como consecuencia de estar o haber estado bajo presión mental o emocional.
Está directamente relacionado con el sobrepeso u obesidad, ya que las personas con niveles alto de estrés confiesan elegir alimentos altamente palatables, que les genera una sensación de placer.
Suelen ser alimentos ricos en grasas y en azúcar que producen un aumento de dopamina y que si su consumo se repite y se estimula regularmente dicha hormona la respuesta de placer se acentuara y se producirá una habituación a esa sensación de placer.
Cambiar los hábitos de consumo del azúcar tiene que ser una prioridad a la hora de mejorar nuestro estilo de vida
Por tanto, sabemos que el consumo habitual y repetido de azúcar no es beneficioso para nuestra salud, aclarando que no es lo mismo el azúcar de una fruta que el azúcar refinado de un producto ultra procesado.
Debemos reducir al máximo su consumo para evitar futuras enfermedades como obesidad, diabetes, hipertensión e, incluso, cáncer.
Además, ahora ya sabes de qué otras formas aparece oculto el azúcar en los alimentos que consumes diariamente.
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